lunes, 7 de diciembre de 2009

EL TALLER DE CHITIN

“El Taller de Chitín” es un taller de costura de la Ciudad de de Elche (Alicante) que lleva abierto desde 1990; fue puesto en funcionamiento por Concha Sáez Soler y en 1992 se incorpora a trabajar con ella Tere Ortega Castaño. Desde entonces lo regentan estas dos mujeres costureras, como socias y amigas.

El taller tiene un horario como de comercio de 10. a 13.h y de 14. a 20.h, excepto en fechas señaladas, que es casi siempre, pues en este taller se cose de todo: Trajes típicos de fiestas patronales; disfraces de carnavales; trajes de ceremonias. Visten los tronos, imágenes, costaleros, capiruchos de Semana Santa etc…

A los 14 años Chitin entra a un taller de costura para aprender el oficio, se casa a los 23 y se muda con su marido a vivir a Elche, recién casada se saca el titulo de “maestra de corte y confección” y se ofrece para dar clases voluntarias a mujeres en la Parroquia de su barrio y en los servicios sociales del ayuntamiento y pedanías, hasta que puso el taller. Tere se enseña a coser en casa, con una hermana costurera, hasta que fallece su hermana, conoce a Chitin y le propone de ir a coser con ella al taller.

Este taller de costura está ubicado en una zona céntrica, rodeado de comercios y en frente mismo de la Parroquia del Salvador, por lo tanto es una zona muy concurrida de la ciudad.
El local está en una tercera planta, bastante amplia, de un edificio de locales comerciales, pero a pesar de sus tres plantas es un lugar muy frecuentado, sobre todo mujeres; conocidas, amigas, clientes etc… que bien pasan por allí para darles trabajo de cualquier tipo de costura o pedirles orientación para cortar y coser en el mismo taller ellas mismas su propia ropa, ó simplemente que al pasar por el barrio suben a saludarlas y charlar un ratito con ellas mientras toman un cafetito.

Antoñita y Antonia son dos de las mujeres que con frecuencia pasan por el taller o bien para saludarlas y charlar un ratito o bien por que ellas saben algo de costura y acuden a menudo al taller a coserse su propia ropa y la de su familia, se consideran amigas de ellas y nos dicen que Chitín y Tere son de las amigas de verdad y que cuando van al taller se encuentran como en su propia casa. También nos cuentan que ellas ven que toda la persona que pasa por allí es bien acogida con una sonrisa y un trato familiar, de amistad y respeto y que como modistas no tienen precio, ya que siempre están dispuestas a coserles los encargos que les hacen y a ayudarles a que ellas mismas se arreglen y cosan su propia ropa.. Como ellas hay muchas mas mujeres y en caso de apretón de trabajo las mas veteranas del oficio les echan una mano con las costuras para que estén listas a su tiempo.

También tienen el “Taller de Chitin” un hornillo, una cafetera y una mesa redonda de 1,25 cm, donde alrededor de la misma se reunen de vez en cuando un grupo de amigas mas intimas; celebran los cumpleaños de cada una de ellas, las meriendas de carnavales y otras fiestas, se reunen para celebrar María Auxiliadora y colaborar con las obras tanto sociales como de Iglesia que cada una aporta al grupo, siendo así que el “Taller de Chitínn” se convierte en lugar donde también se habla de la vida de cada día,; de fe y de amor, donde cada una de ellas sin darse cuenta (o sí) , pone al servicio de la otra sus dones y sus carismas. Cuando se despiden, nos cuentan, que salen de allí reconfortadas y animadas para superar las diversas adversidades de la vida.

Chitín y Tere son imagen perfecta de la mujer trabajadora con doble jornada laboral (extra domestica y domestica) que se sienten agradecidas y realizadas por ello. Son dos mujeres alegres y con un gran don de acogida y servicio desinteresado, a su familia y a cuantos se relacionan con ellas, como bien hemos podido constatar anteriormente, esto hace que al dar lo mejor de ellas mismas logren que otros también lo hagan.

“ El ser persona significa tender a su realización, cosa que no puede llevarse a cabo si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás”.
Nunca podemos olvidar que quien ejerce una profesión es una persona no un objeto, y que su trabajo siempre va destinado a otra u otras personas. Esta idea debe estar a través del esfuerzo individual por aportar, tanto a la vida familiar como a la profesional, lo mejor de uno mismo, logrando, simultaneamente, que quienes nos rodean también lo hagan. (Palabras de Juan Pablo II).


Mujeres Trabajadoras Cristianas de AC
Diócesis de Orihuela Alicante

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